De dónde sale esto.

En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.

martes, 26 de mayo de 2009

Estoy aquí.

Los Angeles tiene fama de superficial. La imagen que proyecta es de sol, de chicas rubias en shorts, de descapotables carísimos y de tiendas. Bueno, es que es así, superficial. Pero no debe ser nada fácil proyectar esa imagen, porque debajo de ella hay mucha miseria, frustración, pobreza, decadencia...

Creo que en ese sentido, Los Angeles es un poco igual que yo y que este blog. Por fuera es todo superficialidad y por dentro, pues... una tiene sus sentimientos. Y a veces una tiene tantos sentimientos que parece que tiene los de una y los de 20 más. Pero es la superficialidad la que divierte al gran público de Los Angeles y la que uno muestra a toda esa gente que no vas a volver a ver o que, simplemente, no forma parte de tu vida.

Con esta introducción, quiero explicar un poco lo que ha pasado por mi mente hoy. Y lo iré haciendo a medida que pasen las líneas de este texto.

El camino hacia el lugar de trabajo ha sido de lo más turístico. Bajo el siempre nublado cielo matutino de esta ciudad, hemos pasado delante de Bel Air, a través de Sunset Bulevard, para cruzar Hollywood Bulevard y ver el Kodak Theatre, el Hollywood & Highlands, el Teatro Chino y el cine El Capitán, en el que Disney estrena todas sus películas.



Al mediodía, comida. El buffet frío ha tenido lugar en un estudio de la Universal. No me gusta hablar de trabajo aquí y no lo haré, pero tengo que mencionar el sitio, porque ha sido para mí un momento mágico. El estudio simulaba un teatro, al estilo antiguo y en el escenario, había una banda de jazz con arpa, que tocaba una música maravillosa. Sé que para la gente que normalmente acude a estos eventos, todo es trivial. Trabajo en la tele y sé que el hecho de bajar a la cafetería y ver a 4 famosos hace siglos que no impresiona, pero el que viene de visita, lo disfruta. Eso me ha pasado a mí. Soy nueva aquí y lo único que hacía era mirar a mi alrededor y repetirme: "estoy aquí, estoy aquí". Y me he sentido tan privilegiada, que se me ha puesto un nudo en la garganta y se me han llenado los ojos de lágrimas de la emoción. Como si tuviera 12 años. Unos 12 años que para estas cosas, no quiero perder nunca.

Esta era una de las canciones que la banda de jazz tocaba, justo cuando entrábamos: http://www.youtube.com/watch?v=x0dMBqtGtOU . Fragile, de Sting. Frágil, como yo en ese momento. O bueno, como yo casi siempre.

Nos han presentado a otro actor, un chico inglés que está empezando, un tal Adam Campbell. Como todos los de por aquí, muy simpático. Se sientan en nuestra mesa y charlamos un poco de la ciudad, de sus proyectos, y otra fotito. También estaban por allí dos actores de la serie Héroes, pero en ese caso no ha habido ni presentaciones ni documento gráfico.

Por la tarde, más trabajo y luego, hemos vuelto a las compras. Y he vuelto a caer, aunque no todo ha sido para mí...

Me está pasando lo que me pasa siempre que estoy de viaje. Que me quiero llevar el viaje a casa. Que no quiero dejar esta ciudad aquí, que quiero que se vaya conmigo y que pueda enseñárosla y comentaros cosas sobre cada rincón. Verla no es suficiente. Por eso sigo repitiéndome dónde estoy y qué estoy haciendo, para meter cada sensación dentro de la maleta y facturarlas a Madrid.

Me cuesta pensar que allí son las 3 y pico de la mañana y que todos estaréis durmiendo o intentándolo. Aquí no queda mucho para que anochezca, porque llega la noche antes que allí. Además, el sol es como de invierno. Los rayos inciden de manera distinta y no hay la misma luz que en España. Pero me gusta. Me gusta este lugar, cada vez más. No por lo bonito, ni por lo superficial. Tal vez simplemente, porque no es mi ciudad.

Bueno, voy con la cena. Con la idea de haber quedado a las 8, me he estado vistiendo para la ocasión, pero, cuando sólo quedaban por ponerme los pendientes, me han llamado diciendo que estaban todos abajo, porque habíamos quedado a menos cuarto... Íbamos a cenar a un restaurante muy chic del Downtown y habíamos hablado de ponernos taconazo. Pues bien... me he puesto el taconazo y el vestidazo. Pero claro, mi taconazo era de 13 cm. Me he sentido tannnnnn exagerada... Ignorante de mí, pues no tenía ni idea de lo "exagerada" que iba, y ahora contaré por qué.

El restaurante está en el mismo Disney Music Hall, que es exactamente igual que el Guggenheim de Bilbao. Tengo que decir que nunca había estado en un lugar semejante. La maitre era tan exquisita que nos entraba la risa, porque nos ha explicado paso por paso todo lo que comíamos y hasta cómo comerlo. Y, antes de empezar, nos ponía ella misma la servilleta sobre las piernas. Era todo de una ceremonia que te hacía dudar de si estabas haciendo las cosas bien o no. Además, salvo una pareja que se fue pronto, nosotros éramos los únicos clientes de la noche y teníamos a unos 4 camareros, a la maitre y al sumiller, pendientes de todo en todo momento. Podéis imaginar el precio. Yo no sé por cuanto ha salido, pero los platos principales estaban alrededor de los 40 dólares, impuestos aparte y los vinos (han caído dos botellas) triplicaban su precio en el comercio. Está de más decir que triplicar el precio de un Castillo de Gredos es llevadero, pero el de un Vega Sicilia...

Pero ahí estaba yo para dar la nota (no muy alta). De repente, me toco un pendiente y luego, me toco el otro y noto que... no son iguales. Iba yo tan mona con dos pendientes totalmente distintos!!! Pero bueno, he intentado salir del paso con naturalidad y mis compañeros también han estado agradables comentando que hasta está de moda. Para una noche que me pongo el taconazo, para una noche que salgo a un restaurante caro de Los Angeles... me confundo con los pendientes.

El caso es que lo hemos pasado bastante bien y aún me dura un poco la risa.

De nuevo en la cama y de nuevo, vosotros empezando el día. ¡No os cojo!

Besos desde la costa oeste.

1 comentario:

  1. !Que creo que lo he hecho mal!, ¡Que lo he hecho mal¡, que tenía que haber publicado mis comentarios otro día¡¡, ¡¡Que estoy en el primer dia¡¡

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